El caso de Luis Abelardo o la Susanización del kirchnerismo

Primero, una definición de principios. Creo que Patti está muy bien donde está (en la cárcel), y también creo que un represor como él no debería tener la posibilidad de candidatearse a ningún cargo público.

Segundo, me parecería razonable que la Cámara Nacional Electoral termine habilitando a Patti. Su condición de preso sin condena firme no le impide candidatearse, y la justicia no tiene ninguna herramienta legal para impedirle su derecho a ser elegido como diputado.

Tercero, me parece muy reprobable que el kirchnerismo, que cuenta con amplia mayoría en el Congreso, no haya sacado una ley que impida a personas sospechadas de haber cometido crímenes de lesa humanidad candidatearse a cargos públicos (tal como recomiendan los tratados internacionales de DDHH). De hecho, existe un proyecto de Victoria Donda al respecto –respaldado por varios organismos de Derechos Humanos- pero está bien cajoneado por el oficialismo.

Como bien dijo el Jefe de Gabinete de Cristina, este no es un gobierno progresista, es un gobierno práctico. Tan práctico que es capaz de dejar de lado su lucha por los derechos humanos, si eso le puede traer dificultades en la batalla electoral. Como Patti le resta votos a De Narváez, mejor la terminamos con esa estupidez de los derechos humanos.