La verdad es que cuando uno tiene ese nivel de relación en política, tendría que dejar de lado las chicanas. (Aplausos.)
(En la versión taquigráfica no lo pusieron, pero cuando Solá pidió la palabra Fellner le preguntó: "¿Es por la perra?")
Sr. Presidente (Fellner).- Tiene la palabra el señor diputado por Buenos Aires.
Sr. Solá.- Es cierto que le regalé la perra a la señora presidenta si mal no recuerdo en el año 2005, pero el problema fue que la perra creció, se hizo peronista disidente y se comió a los flamencos de Olivos. (Risas.)